La Fiebre Denim

Ya estoy de vuelta de las vacaciones… Y os digo una cosa?... hice mis deberes y… ¡¡¡¡¡¡¡ he aprobado !!!!!!!, superé el difícil examen final, el cual  no me lo pusieron nada  fácil como era de esperar, pero aunque fue duro e intenso  finalmente vuelvo a estar en el asfalto.  Lo más importante, es que dejé atrás los manidos libros del curso anterior, y que estoy aquí para contarlo, con valor y coraje. Comienza un nuevo  viaje y mi maleta está más preparada que nunca, y tengo un libro nuevo con muchas hojas en blanco que estoy empezando a escribir.

Quiero celebrarlo con mi prenda preferida.

Vaquero de día, vaquero de noche, vaquero en verano y vaquero en invierno. Es de las pocas prendas que todos hemos utilizado alguna vez, mucho o sólo un poco, ¿pero quien  no ha sucumbido a su comodidad?

Este tejido de origen egipcio, tiene sus remotos antecedentes en Génova, conocido como “fustán genovés”, la resistencia del algodón sirvió como ropa de trabajo para la armada naval. Pero  será en 1873 cuando el comerciante Levi Strauss y el  sastre Jacob David en EE.UU., patentarán estos pantalones que usaban los mineros, añadiéndoles remaches de cobre para reforzar los bolsillos  y la bragueta.

 A partir de ahí, estas tramas azules y blancas empezarán a rodar sin parar década tras década; será considerada una prenda reivindicativa, explotará  su furor con el Rock and Roll y llegará a la actualidad sin freno.

Hoy la enfermedad del denim  lo contagia todo, faldas, chalecos, cazadoras, vestidos, petos, bermudas, camisas, todo se versiona en denim incluso las prendas más consolidadas caen rendidas a este tejido como la blazer en tejido vaquero, el trench o la biker.

A los complementos también les sube la fiebre y los zapatos, botas, cinturones e incluso  los bolsos caen rendidos.

Uno de mis bolsos preferidos, el legendario  2.55 de Chanel tampoco se pudo resistir (su nombre hace referencia al mes y al año de su fabricación), aunque particularmente sigo prefiriendo el clásico en negro.

El look total camisa vaquera y jeans me encanta para ella y para él. Solo tienes que acertar con el tono de las dos prendas y triunfarás.

Los genuinos jeans son los azul índigo, de ahí  llamados también “Blue Jeans,” pero con más de cien años de antigüedad, el vaquero se ha teñido de todos los colores del arco iris, desde los tonos pasteles a los actuales flúor. Sin olvidar  las diferentes técnicas para llegar a la multitud de acabados que existen hoy en el mercado; efecto lavado, a la piedra, al láser,  lejía, encerados, dirty, etc.

Camisa Similar MANGO

Y  también el DENIM acoge a todos los PRINTS; lunares, rayas, flores, degradados que forman dibujos…

Jeans Similar Print ASOS

El tejido vaquero admite infinidad de  apliques como pinchos, perlas, brillantes, cuero, pasamanerías, encajes, chapas, o simplemente girones, libera tu imaginación y transforma una sencilla cazadora en un pequeño lienzo donde se respire tu arte.

Cazadora Similar TOPSHOP

Chaleco Similar LEVI´S

Olvida la idea de que el vaquero es una prenda de sport, un vaquero tiene mucho que decir, escúchalo.

Elígelo recordando qué: los talles bajos acortan la silueta y los altos estilizan, los cambios de color  muy pronunciados en determinadas zonas del vaquero  te puede hacer un trasero más ancho o las caderas más grandes. Y  el camal y los bolsillos traseros serán determinantes para que un vaquero realmente  siente bien.

En definitiva el tejido vaquero combina con todo y para todo, pon en práctica este viejo deporte.

Hoy no tengo duda con qué banda sonora voy a cerrar mi primer post de septiembre, es la canción que me hace saltar nada más oírla y que me ha recargado las pilas todo el verano, disfrutarla conmigo.

Hoy va  por vosotras, “A mis chicas Paraíso”, he vuelto a viajar en el tiempo, gracias.

Lori Meyers “Emborracharme”.

Muack

L´meme

Fotos PINTEREST