Mi Christian Grey particular II

No se si hubiera podido hacer algo por alargar mas de nueve meses La primera parte de mi historia con Grey, cuando todo era emocionante y yo misma me creía dentro de "Sexo en Nueva York", pero cierto es que en aquella época estaba demasiado colgada por un mequetrefe que al contrario de Grey, me hacia más padecer que disfrutar.

Cómo evolucionamos las personas y como he aprendido la lección, pero el caso es que bien porque Grey se cansó de mí o porque yo me desinfle a causa de mi enamoramiento, lo cierto es que lo nuestro terminó de repente. Nos dejamos de llamar, sin más, sin ningún motivo aparente y sin que supusiera trauma ni quiebre alguno.

En mas de una ocasión estuve tentada a llamarle, a Intentar retomar esa relación desenfada que tanto me divertía y que ningún problema me acarreaba, pero siempre pudo el orgullo frente a la añoranza de su piel y nunca hice esa llamada.

Sabio es el destino. Seguramente si hubiera retomado la relación en aquel momento donde mi corazón estaba tan frágil, hubiera confundido su pasión, su atracción sexual, con el amor y hubiera caído rendida en sus brazos, algo del todo inconveniente sobre todo al tratarse de un hombre “difícil de atrapar”, un verdadero Don Juan.

Dejé pasar todas aquellas tentaciones, dejé pasar el tiempo, y poco a poco las llamas de las pasión se fueron apaciguando dejando un excitante recuerdo.

Tras mi historia con Grey y mi desengaño amoroso, mi vida sentimental y mi vida sexual pasaron a un segundo plano. Mas que eso, quedaron en un punto muerto, inexistente. Y no tenia ni de una ni de otra, hasta que al año y medio después, Grey, volvió a aparecer. 

Fue pura casualidad y en un entorno de lo más adecuado, una sala de baile. Él bailando salsa y yo tomando una copa con un amigo. Fue un encuentro de lo más cordial, de lo mas amistoso. Me dio mucha alegría y si bien en mi fuero interior los recuerdos resurgieron no se me pasó por la cabeza que pudiéramos volver a engancharnos. Está claro que algo a el le tuvo que remover porque a las pocas semanas, me llamó. Donde hubo fuego siempre quedan rescoldos.

Se espero a cortar con su pareja para llamarme. En breve estábamos los dos de nuevo  retozando y disfrutando de noches apasionadas. Era tan ardiente, tan fogoso, y en honor a la verdad tengo que confesar que no he tenido amante tan entregado ni profesor tan experimentado pero yo no era la misma. Ya la excitación inicial, la de los primeros encuentros había desaparecido y si bien seguía gozando de su compañía, se había convertido en algo demasiado banal y que no me aportaba la parte excitante de los principios.

Por eso cuando me dijo que había vuelto con su novia, lo tuve claro. Él no quería abandonar lo que tenía conmigo y pretendía buscar huevos para nuestros encuentros pero, sinceramente, a mi me vino muy bien esa situación para una despedida. Habían habido varios malentendidos tontos que estaban ensombreciendo lo que hasta la fecha había sido una grata relación y por eso opté por terminar con mi historia. De nuevo sin dramatismos, ni peleas. Simplemente, se acabó. 

Lo que es cierto es que segundas partes nunca fueron buenas.

La semana que viene os espero con nuevas historias, aquí en Off the record

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