Affaire de verano

Otra vez!!! Me ha vuelto a suceder. El pasado ha tocado a mi puerta para reencontrarme con unos sentimientos que ni yo misma recordaba.

Auguraba un verano tranquilo, exento de emociones y aventuras tras cerrar varios capítulos que, si bien me han tenido entretenida en los últimos meses, apenas me han dejado mella.

!!! Qué manera tan distinta de afrontar los fracasos o las historias sin futuro!!!. Ya no vivo dramas, ya no me siento rechazada. Simplemente acepto los "nos" estoicamente, sin que se me atenace el corazón pensando en que otra vez no ha salido como me esperaba.

No se si es por la edad, por la experiencia pero sí que tengo claro que nada tiene que ver con ellos, sino mas bien conmigo y la manera que ahora mismo tengo de ver la vida, mi vida.

Ahora, permito y fomento que mi corazón se abra y se cierre suavemente como las compuertas automáticas de unos grandes almacenes, dejando entrar y salir fluidamente a los hombres y a los sentimientos que en mí despiertan.

Y en ese lento movimiento, ha vuelto a mi vida Mike, un buen amigo de la adolescencia al que siempre me ha unido una atracción especial. Siendo sincera a mí me gustaba muchísimo pero él sentía sólo por mí cariño y amistad.

Era, y es, dos años mas joven. Claro que esa diferencia de edad se hace muy notable cuando se tienen 15 y 13 años, respectivamente, y no cuando estás en el último tramo de la treintena.

La de noches que me he quedado con él charlando esperando un beso, que se llevó otra. Lo estúpida y arrepentida que me sentí cuando, ya en la universidad, fue él el que quiso pasar una noche conmigo y por dignidad, malentendida por mi parte, me quedé sin probar las mieles de sus labios.

Ha querido el destino, 20 años después, abrir de nuevo esos sentimientos dormidos y hacerme pensar en aquel adolescente de ojos claros y pícaros.

Hacia por los menos 7 años que no nos veíamos y en este tiempo no sólo mi mente ha cambiado. Físicamente no soy la misma. He soltado un lastre de 25 kilos de inseguridad y sobrepeso que han condicionado mi vida durante muchos años. !!!Ahora estoy mucho mas buena!!! Porque no admitirlo. Y Mike me lo hizo ver nada mas volvernos a encontrar.

Era tarde, las 3,30 de madrugada, regresaba de una noche de sábado cuando me topé con él, acompañado de una chica. Al principio supuse que era su pareja. La última vez que le vi se disponía a vivir con su novia del momento, pero su descaro para conmigo me hizo sospechar que no era más que una amiga. Fue muy agradable descubrir en los ojos de alguien que le gusta lo que ve y que lo que ve eres tú. Por ello no es de extrañar que correspondiera con el mismo descaro. Fue breve e inconcluso pero lo suficientemente agradable para que me fuera a la cama con una sonrisa.

Pese a que habíamos quedado en tomar algo en las próximas semanas, yo no confiaba mucho en que fuera a ser así. Cuántas veces hemos escuchado, y pronunciado eso de “a ver si quedamos”, y después nada. Como en los últimos tiempos, he optado por no dar el primer paso ni mostrar mis cartas a menos que perciba un claro interés, todo hacia presagiar que aquél reencuentro se iba a quedar en pura anécdota. Qué razón!!! Fue de nuevo la casualidad la que nos juntó y nosotros mismos los que hemos escrito con tinta color pasión un nuevo capitulo de nuestra historia.

Yo estaba con unos amigos, en la típica noche que te ves con el guapo subido pero que tus ganas de marcha se ven aplacada por los bostezos de quién te acompañan.

Él había salido con su prima y el novio de ella, muchos mas jóvenes y extranjeros con lo que jugaba el papel de cicerone cuidador. Ante tal panorama lo mejor que nos pudo pasar a ambos fue encontrarnos. 

Fue muy fácil conversar con él, sentirme a gusto y disfrutar de su compañía. Sutilmente me fue haciendo ver que la atracción era mutua pero fue tan inapreciable que llegué por momentos a dudar de un final placentero para esa noche. 

Y no hubiera pasado si cuando regresamos yo no hubiera hecho gala de mi descaro habitual y así que viendo la ocasión le acompañé a su casa con la excusa de tomar la ultima con sus primos.

Ni 5 minutos duraron los jovenzuelos que intuyeron claramente lo que poco después sucedió. 

Un dulce beso en la mejilla que se transformó en un largo intercambio de pasión hasta acabar desnudos sobre su cama. Me sorprendió su ternura, su calidez, sus caricias. Me agradó sobre manera su cariño, su parsimonia y su deseo. Fue una pena que la juerga le robara horas a la pasión y que mis compromisos familiares nos impidieran repetir como hubiera sido mi deseo.

Ha pasado más de un mes desde aquella noche y no le he vuelto a ver. Mantenemos el contacto ligeramente pero las circunstancias de cada uno han impedido una nueva cita. Considero que no es tan difícil y si no nos hemos vuelto a ver es porque a ninguno de los dos se nos va la vida en ello. Un pena porque no me hubiera importado dejar fija y entornada la puerta giratoria de mi corazón.

Os espero el próximo jueves, aquí en Off the record

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