La ruptura entre Marisol y Pepe fue celebrada por las amigas de Marisol que durante más de 12 años habían asistido, de nuevo, a una transformación nada agradable de su gran amiga. Poco a poco, y cómo aquel que no quiere la cosa, había pasado de ser una mujer soltera e independiente, con ciertas inquietudes en la vida, a ser la sombra de su novio. Había perdido aficiones, contactos, relaciones y, sobre todo, su esencia al mismo paso con el que se afianzaba su relación. Y no es que Pepe tuviera una personalidad arrolladora que fuera anulando a quién se le acercaba, más bien al contrario, sino que fue Marisol la que optó por ir escondiéndose bajo el cobijo de Pepe, bien por comodidad, bien por dependencia.
No era la primera vez que le pasaba. Ya en sus tiernos 18 años tuvo la suerte, más bien mala, de conocer a un hombre casado 20 años mayor que ella, que logró obnubilarla y tenerla “amarradita” durante cerca de 10 años. La convirtió en su “querida” al más puro estilo de los años 50 y ella, encerrada en aquella historia, no supo, ni quiso ver, las desventajas de esa jaula de bisutería (porque no era oro) que le robó una década de su juventud.
Lo más triste no es el tiempo perdido, las oportunidades que dejó escapar, no sólo sentimentales sino también profesionales, durante sus dos largas relaciones, una casi seguida de la otra. Lo peor es escucharle decir que se va a quedar sola de por vida. Y no lo dice arrastrada por el desconsuelo irracional que en muchas ocasiones surge aunque una haya sido quién ha decidido romper. No, lo dice porque cree que no hay más vida que la de la pareja. Cómo si lo más importante es tener “macho” sin valorar realmente al “macho” que tienes. Cómo si los amigos, la familia, hasta los compañeros del trabajo vivieran ajenos a su persona y no valorara lo que las personas de alrededor nos aportan.
Tal vez mi trayectoria sentimental me haga ser tan crítica con este perfil de mujer que he querido apodar mujeres sumisas y dependientes. Mujeres que por encima de todo y de todos antepone una relación sentimental y se sienten de menos si no tienen pareja.
No hace falta mirar a la sociedad árabe dónde la mujer no tiene derechos, más los que le otorga su marido, padre o hermano, para observar la sumisión de las mujeres. No sólo es cuestión de las atrocidades que aún hoy en siglo XXI suceden en Marruecos, India, Argelia, Turquía, Irán (por nombrar a algunos de esos prehistóricos países ) e, incluso, en Europa.
También es cierto que existen casos en los que es el hombre, el que está sometido a la mujer o, algo que por desgracia va a acrecentándose, hombres que someten a hombres y mujeres que someten a mujeres. Me temo que no es cuestión de sexo sino de personas pero como mujer que soy conozco más casos de mujeres sometidas que de hombres sometidos, esa es mi realidad.
Asisto con perplejidad ante la facilidad con la que muchas personas se emparejan e, incluso, tras rupturas complicadas. Hace relativamente poco me enteré de que una chica, muy alegre y agradable, con un matrimonio aparentemente feliz (la gran mayoría de veces los trapos se lavan dentro de casa, cómo tiene que ser), se había separado porque, tras varios años de convivencia (así como 10), poco tenía en común con su marido, sólo un hijo de 7 años. No es que él hubiera cambiado, no es que ella hubiera evolucionado y aspirara a más, sino que, simplemente, se había cansado de luchar por una relación que no tenía futuro. En menos de dos meses, y cómo os digo pese a vivir una ruptura traumática, se ha ennoviado de nuevo. Ella es feliz, que es lo que importa, pero para mí es sorprendente. ¿Será que hay mujeres que coleccionan novios y relaciones cómo yo imanes de los países que visito?
Cierto es que somos libres para elegir con quién estamos, pero de la misma manera en esa elección, está parte de nuestro destino y de poco vale lamentarnos de nuestra suerte si no analizamos el sentido de nuestras elecciones.
En mi caso, cada vez estoy más convencida de que soy la responsable del 80 % de mis fracasos sentimentales, y en el 20 %, que han sido bastante capullos, algo he tenido que ver por fijarme en personas que en algún momento apuntaban maneras.
De momento, y tras hablar de las mujeres Disney y de las mujeres sumisas y dependientes, no acabo de encontrarme encasillada… será cuestión de seguir analizando.
¿Vosotr@s que pensáis?
Os espero la semana que viene
Besos
Off the record
Fotos de Pinterest
Te voy a copiar literalmente, una respuesta de un blog, en la que un hombre preguntaba por qué las mujeres eran sumisas. La respuesta de la "sumisa" es tan explícita, que casi no necesita más comentarios, Realmente da para debatir muuuuuuucho, mucho muuucho, pero he sentido tanta vergüenza ajena, que en esta ocasión me voy a abstener, para dar paso a las opiniones del resto, que creo van a dar tema: Ahí va "la perla":
ResponderEliminar"Las mujeres cumplimos un papel específico en la pareja o por lo menos eso estipula la ley natural. Algunas hembras en la naturaleza están destinadas naturalmente a cuidar a las crías para asegurar que la especie se continúe, esto supone entonces una actitud de total entrega y el macho debe proveer alimentos y protección. Los seres humanos como animales mamíferos requerimos ese tipo de estructura, sobretodo por la indefensión de nuestras crías. Esto es puramente biológico.
Como además de ser animales somos pensantes eso supone más complicaciones, para poder estar en pareja las mujeres asumimos un papel de respeto y apoyo con respecto al hombre, pues de otra manera la pareja no existe, cada quien debe cubrir un rol y el de la mujer es de "proteger a las crías" pues somos nosotras las que cargamos en vientre a los hijos. Esto por supuesto ha cambiado y vemos cada vez más mujeres que no desean tener hijos porque los hombres parecen negarse a proteger. O mujeres que asumen ambos roles. Así que en respuesta a tu pregunta las mujeres nos comportamos de manera respetuosa para darle un lugar al hombre"
Apunto:
. lo de pensantes no lo dirá por ella misma, no?....
. cuando dieron biología no estaba en clase, no?...
. Y con este planteamiento, ¡Viva la fecundación IN VITRO!!!!!!
l
Muchas gracias por compartir esta "joyita".
ResponderEliminarINDIGNADA me hallo. Es vergonzoso, insultante, peligroso esa línea de pensamiento. Nada tiene que ver "asegurar la especie" con "asumir papeles" y mucho menos con la sumisión.
Yo estoy muy a favor de que cada uno elija su destino pero que sea consciente de las consecuencias de sus elecciones.
Si una mujer quiere dedicarse en cuerpo y alma a crear una familia, a protegerla, a cuidarla, etc, etc en detrimento de desarrollar su vida profesional, no me parece nada criticable porque, seguramente, a esa mujer le llene más ejercer este papel y se sienta más plena, más satisfecha, más dichosa.
Ahora bien, que en el desarrollo de esa elección viva sometida a otra persona, pensando que debe ser así, que el "macho" está por encima y que ella sólo es una marioneta por el bien de perpetuar la especie, considero que es una sandez y que solo un necio puede defender esta idea.
Suelo ser muy respetuosa (aunque discutidora) con las opiniones contrarias pero hay cierto límites y esa manera de pensar, traspasa con creces esos límites. Si tiene que someterse a ese ser "protector" y éste considera que en su papel de cuidadora no lo ha hecho bien porque no le ha salido buena la comida y le da una hostia, según esa manera de pensar, bien dada, solo está evitando que vuelva a errar, porque hay que corregir los errores y como es el macho, el todopoderoso, sabe como se tienen que corregir esos errores... ¿no?
Nadie está por encima de nadie, ni por sexo, raza, religión u orientación sexual...
Vamos a ver yo diferencio entre sumisa y Geisha. Sumisa, someterse a alguien/algo, geisha, entretener,adular agasajar casí siempre a un hombre. Yo y siempre desde mi experiencia personal y tras una relación larga soy de la mujeres que por educación y por convicción me entrego a mi pareja/hijos/hermanos etc. pero nunca, y digo nunca con mi pareja he tenido la sensación de ser sumisa, si entregada. Creo ser una persona independiente y que estoy con quien estoy porque quiero hacerlo. Si es cierto que en una relación las personas asumimos ciertos roles que se convierten en obligado cumplimiento. Osea hiciste mil y no haces una no has hecho ninguna. Como me gustan tus relatos, me hacen pensar. Bss.
ResponderEliminarSe lo que quieres decir, querida Mafalda, y como he comentado antes, son elecciones. Si optas por entregarte a tu familia y encuentras que ese es tu papel, el de Geisha, es muy distinto a lo que andamos criticando. Sigue así, compartiendo, entregándote a los tuyos pero si no te ves valorada, a hacer puñetas.
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro que te gusten mis relatos pero, sobre todo, que os haga pensar estos temas, me encanta
Besos