La Maleta

Las  vacaciones estivales son generalmente durante julio y agosto por devoción o por obligación en muchos de los casos, ambos son los meses vacacionales por antonomasia.

En estos días las ciudades se quedan desiertas de los lugareños y son colonizadas por aventureros con ansias de descubrir nuevos horizontes y  a su vez,  los locales  dejan el terreno libre y se van en busca de  la tierra prometida.

Hay un tráfico humano muy fluido,  lo que da pie a que  se forjen nuevas amistades en los destinos de vacaciones, algunas de ellas serán para toda una vida y otras pasajeras, como los amores de verano. Pero también es el momento en el cual se afianzan aún más las viejas y verdaderas relaciones y los vínculos se hacen aun más fuertes si cabe.  

Y es que, “el espíritu del descanso” lo contagia todo.

Que fórmula química tendrá el verano que todo lo endulza, las emociones se intensifican, los caracteres se relajan y  en el ambiente todo fluye y es más volátil.

Lo intangible se llega a palpar y los sueños imposibles, en algunos de los casos, se cumplen.

Tengo mis trucos para hacer la maleta, me encantaría que me contarais los vuestros y así intentar preparar la maleta perfecta, igual lo conseguimos.

Lo primero es tener claro donde vamos, una vez tenemos el destino y el número de días de estancia, si eres una persona inquieta te gustará informarte del lugar que vas a visitar.  Siempre compro una “guía de bolsillo”, que intento leer antes y voy marcando  las visitas obligadas, los lugares que despiertan mi interés y las posibles actividades que encajan con mis días de permanencia ... Y sobre todo me encanta  hacer en ella las reseñas de los amigos que han estado antes en el destino y si son autóctonos aún más, son la mejor oficina de turismo (las últimas exposiciones que ver, en qué sitios comer,  los lugares con más encanto y lo más importante para no perder ni el tiempo ni el dinero, “donde no ir”).

También existe la posibilidad de Internet  si es un viaje relámpago, siempre te aporta las mejores soluciones exprés para verlo todo o casi todo.

A  la hora de preparar la maleta es muy importante tener en cuenta el clima y la temperatura (hay predicciones muy precisas, que puedes consultar días antes).

Un consejo imprescindible que me ha costado mucho tiempo asumir pero que ahora cumplo a rajatabla es,  “no meter cosas por meter” (luego siempre vienen de vuelta) y “no cargar por cargar”(es imposible luego moverse, y hay que ser ágil).

Una vez conoces dónde vas, es importante saber que no harás la misma maleta para ir a la playa que al campo, y según con quien vayas también será otro condicionante; un viaje familiar es más informal, uno en pareja más íntimo y con los amigos pueden surgir todo tipo de ocasiones, por tanto es la hora de empezar a organizarse.

Hazte con un “cuaderno de bitácora” como yo le llamo, una libreta pequeña donde apuntes los días desde el primero al último, desde el de salida hasta el de llegada y detalles con precisión la ropa que te vas a poner, los zapatos e incluso los complementos. Parece una tontería pero vas a ganar un montón de tiempo para disfrutar de tus vacaciones y vas a evitar calentarte la cabeza.

El tipo de maleta dependerá de los días y del medio de transporte, rígida si es un viaje largo con transbordos de avión para salvaguardar tus pertenencias de los posibles golpes y, por el contrario, con medidas especiales para la cabina si es un low cost, ojo con las medidas porque dependerá de la compañía con la que vueles. Evita desagradables sorpresas informándote.

Y las blandas si necesitas mayor capacidad y siempre que se pueda tipo trolley, vayas donde vayas, es el mejor invento.

Empieza colocando en el fondo de la maleta lo que más pese y menos se arrugue; los zapatos separados y en bolsas de tela para evitar olores, los vaqueros, el pijama y el neceser… este en la parte inferior para cuando se levante la maleta, la posición sea la correcta y los líquidos no se derramen, para asegurarte, precíntalos. Acuérdate también de los tamaños máximos en los aeropuertos y de los objetos que no se pueden llevar.

Mi consejo, aprovecha las muestras de perfumería y cosmética que has estado guardando, ahora es el mejor momento para utilizarlas y también para volver con menos peso.

El calzado como los bolsos busca que sean versátiles, no tienes que tener uno para cada ocasión, es lo que más ocupa, si piensas antes lo que te vas a llevar puedes conjugar la ropa, de manera que todo pueda ir combinado y aprovechar algunas prendas de un día para otro.

Lo más aparatoso lo puedes llevar puesto el día de salida y el de vuelta, por ejemplo unas botas o un sombrero. Cuando viajas en avión es muy útil llevar un fular en el bolso por el cambio de temperatura. Y si el viaje es largo para amortiguar posibles extravíos de maleta, recomiendo meter una muda porque nunca se sabe.

Si llevas algún objeto delicado, como un collar rígido, el mejor lugar para protegerlo es dentro de los zapatos.

Los cinturones enrollados ocupan más, estíralos dándole la forma de la maleta y ganarás espacio.

Completa los huecos con la ropa interior siempre hay espacios muertos que te darán mucho juego.

Si el grupo de tus vacaciones es afín y el viaje lo requiere, se puede compartir la pasta de dientes, el gel y similares, incluso intercambiar la ropa si es necesario.

Me han enseñado que enrollando los jerséis y rebecas en forma de cilindro se arrugan menos que doblados de la forma tradicional.

Y lo que más se arrugue y sea más delicado  lo pondremos lo último, como las camisas, siempre abrochadas, con el cuello hacia arriba y si llevas varias, enfrentadas unas con otras.

Aunque siempre estará el truco de colgar en el baño una percha con la ropa que te vayas a poner  y con el vapor del agua caliente de la ducha se borraran las arrugas.

"Otro de mis consejos", lleva un bloc pequeño y cómodo que lo puedas meter en tu bolso, y aparte de anotar los conjuntos como te comentaba antes, utilízalo para hacer pequeñas anotaciones del día a día… lo que más ha despertado tu atención por mínimo que parezca, un olor diferente, un sabor distinto, esos detalles harán grande tu viaje, grapa la tarjeta de un restaurante que te gustó o pégale una hoja que recogiste, todo junto será el mejor recuerdo.



Capta las imágenes de siempre, las típicas si te apetece, pero también dale tu estilo propio, y fotografía con tu instinto, con tu personalidad, capta lo que te apasione, lo que te pida el cuerpo, así crearás un álbum auténtico que será tú reflejo, será  de una forma o de otra, gustará más o menos según quien lo mire, pero lo más importante, será el tuyo.

Y recuerda que la mejor cámara será tu retina, si una imagen te ha cautivado y quieres llevártela contigo, mírala con ganas, cierra los ojos con fuerza, y vuelve a mirarla, si lo deseas de verdad, volverá contigo a casa para siempre.

Estar de vacaciones es disfrutar y descansar, es relajarse pero también es momento de estar guapos para nosotros y para los demás, “Chicas estar sexy y Chicos seguir atractivos”.

Pasadlo muy muy bien y lo más importante sed felices.

I Follow Rivers de Lykke Li.

Mi verano 2012, un verano diferente.

Besos

L´meme

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