lunes, 14 de abril de 2014

La infidelidad: un fenómeno de siempre interpretado con la tecnología de ahora

Como ya habréis comprobado por mi trayectoria relatada semana tras semana en Cosas de Hermanas, soy una mujer liberal, de amplias miras en cuanto a las relaciones sexuales y personales se refiere y nada mojigata, pero lo que últimamente estoy viviendo y viendo excede para mí, lo razonable. El hecho de recibir un mensaje por Spotbros, una de las tantas herramientas creadas para ligar, de un hombre casado y su actitud casi desesperada por conocer mujeres, me ha llevado a escribir de nuevo sobre la infidelidad e intentar arrojar un poco de luz a esa transformación, a mi entender negativa, que creo que se está dando en las relaciones de pareja. 





Sería estúpido por mi parte sostener que el fenómeno de la infidelidad es un fenómeno asociado a las nuevas tecnologías y que se ha multiplicado en la época actual. Ni mucho menos. La persona infiel es infiel y no hay que buscar razones sociológicas sino psicológicas a este estado inherente de uno mismo. Y digo estado porque entiendo que ya que existe en la declaración de la renta, en el curriculum y en mucha documentación oficial el estado civil de cada uno (soltero, casado, divorciado o viudo), visto lo visto, debería añadirse uno más, infiel. Es una información importante no sólo para la pareja de uno sino para las pobres incautas que creen que tienen enfrente a un príncipe azul y realmente se están relacionando con el lobo vestido de cordero (y que conste que esto no lo digo por mí).


Analizando mi trayectoria sentimental al menos he pasado por los brazos de 4 infieles, que yo sepa (no te puedes fiar de nadie). En todos los casos, excepto en uno, he sido consentidora pero no responsable. Creo que, salvo que se tenga una amistad o una relación con la pareja de tu amante, el único responsable de una infidelidad es aquel que tiene el compromiso. Somos personas, seres racionales y por muy excitad@, seducid@ que se esté, siempre se puede decir que no y sobre todo no hay excusa, más allá de la cobardía y del egoísmo, para sostener en el tiempo una doble relación.


Algún día os relataré la historia de mi primer infiel, es muy larga y tiene otras implicaciones a tener en cuenta más importantes, pero sí creo trascendental establecer como me marcó. Yo era una joven de 24 años y él, además de tener 44, era mi jefe. Está claro que había una relación descompensada pero guardó un grato recuerdo de aquella historia y su final no me dejo traumatizada, entre otras cosas porque fui yo la que decidí zanjar la relación. Despues de vivir aquella relación durante más de dos años, mi perspectiva, cambió. Ni para bien, ni para mal pero sí que es cierto que de ver las cosas blancas o negras empecé a verlas en encala de grises.


Además del mulato (Todo lo que empieza...) y del de los instintos más básicos (Quién con fuego juega…), historias que os he ido contando en este mismo blog, hay un episodio que me causó tanto estupor como "divertimento". Fue un capítulo de una noche, inesperado y por la vinculación profesional y social que tenía con este chico, me llamo poderosamente atención su actuación y su actitud. 

Yo trabaja de periodista en un pueblo no muy grande del norte de la provincia de Alicante. Él era un empresario conocido y muy vinculado al equipo de gobierno, por lo que nos conocimos en el ámbito laboral. Pese a los tiros y aflojas tradicionales de la profesión con la política, teníamos una relación amistosa y él me parecía un tío muy majo y agradable, ajeno a la visión de los políticos de medio pelo con los que estaba acostumbrada a tratar. Esa opinión no cambió tras la noche en que alcohol hizo de las suyas y una copa intrascendente dio paso a un magreo de alto contenido erótico y final feliz en la trastienda de su local de copas. Como me solía pasar tras un rollo inesperado (cuando era inocente y happy), los días siguientes estaba a la expectativa de lo que pudiera suceder pero lo que no me esperaba era conocer, por parte de una amiga común que nada sospechaba de lo que había pasado, es que mi affaire de aquella noche se casaba en tres semanas. Por lo visto fui su despedida de soltero, aunque por su manera de proceder, estoy segura de que ni fui la única ni la última, mucho menos la primera.


Sé más historias de hombres infieles que de mujeres pero no quiero caer en la simpleza de pensar que la infidelidad es un gen más del sexo másculino. Algo me hace pensar que cada vez son más las mujeres que se apuntan, llamémosle, a esta moda y lo que está claro es que las nuevas tecnologías han facilitado la posiblidad de conocer a alguien sin que se establezca el más mínimo lazo sentimental. 



Como decía al principio, creo que esta libertad, esta variedad en la relación, va en detrimento de la salud de la pareja porque raramente se hace a la luz del día, siendo las partes implicadas plenamente conscientes de lo que está sucediendo y, normalmente, el que desconoce la realidad de la situación (bien porque no quiera, bien porque el engaño está muy bien construido), está en clara desventaja y no lleva las riendas de su relación.


Para mí el quid de la cuestión está más en el desconocimiento y en la elección que en la infidelidad en sí. Cada pareja tiene su código y así como soy de las que me costaría comprender que mi pareja necesitase de otra y me fuera reiteradamente infiél, respeto aquellas que personas que no le dan importancia y siguen juntos. Son pocas, pero haberlas “haylas, como las meigas”.

El cine ha tratado la infidelidad desde muchas perspectivas pero hay una película de Woody Allen que saliéndose de su más puro estilo, aborda este tema. "Match point"de 2005, protagonizada por Jonathan Rhys Meyers y Scarlett Johansson. Me gusta el cine de Woody Allen pero esta película es apta para aquellos que no pueden que su estilo de hacer cine.





Un abrazo

Off the record


Fotos de Pinterest

13 comentarios:

  1. Qué fuerte me parece lo de la "despedida de soltero"...
    En cuanto a lo de si son más infieles los hombres que las mujeres, yo no lo tengo tan claro, hay de todo.

    me-andmybag

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sospecho que la sociedad ha ido avanzando y hoy en día la infidelidad no es un coto masculino, aunque creo que no es para que, como mujer, nos vanagloriemos.
      Gracias Yudani

      Eliminar
  2. No defraudas, como siempre magnifico texto. Yo que ya tengo un edad y una relación larga y estable he de decir que un calentón perdonaría pero una infidelidad larga y ser la última "cornuda" en enterarme para nada para nada. Buenas vacaciones. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que una cosa es un desliz y otra cosa muy distinta es el engaño continuado… Uff, no me gustaría verme en el pellejo de tu pareja en este caso.
      Un besazo

      Eliminar
  3. Q fuerte!! Si es q caras vemos, corazones no sabemos.. Creo q hay de todo.. Muchas mujeres y hombres infieles y la verdad, deja mucho q desear...

    Besos ChicAdicta

    www.piensaenchic.com

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No había oído ese dicho… gracias por la aportación, Ricmary. Da igual que el infiel sea un hombre que una mujer, estoy contigo, deja mucho que desear.
      Besos

      Eliminar
  4. Yo creo que en este momento la infidelidad está en auge y sí que pienso que este auge está relacionado con fenómenos sociológicos, en especial con la crisis de valores que experimenta la sociedad actual. Las nuevas tecnologías facilitan los trámites para llevarla a cabo y aumentan las tentaciones. Vamos que yo hoy día no me fío ni de mi sombra... He visto tantos casos que la excepción, sobre todo en los hombres, es respetar el compromiso de fidelidad. Hablo sólo de mi experiencia, por supuesto. Por cierto, me ha encantado el post, enhorabuena!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo no lo hubiera expreso mejor, querida@ amig@. Hay una crisis de valores y eso se refleja en todos los aspectos de la sociedad, la pareja, la educación, el respeto a los mayores…
      Lo de ya si es más en hombres que en mujeres… creo que no, que se está igualando la cosa.
      Besos

      Eliminar
  5. Hola amor, me dejas ojiplática pero en realidad este ( desgraciadamente ) es nuestro día a día. Aunque creo que la infidelidad siempre estuvo ahí creo que hoy en día los medios facilitan e incluso la sociedad premia al infiel. Pero aún así no podemos meter a las personas en un mismo saco, creo que la confianza en la pareja es indispensable para que esta sobreviva. Un besazo amor
    http://mapetitebyana.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo no creo que la sociedad premie al infiel, entre un grupo de "amigachos", puede, pero más que premiar, no le da la gravedad de antaño y como hay impunidad… pues menos riesgo…
      Besos Ma petite by Ana

      Eliminar
  6. No puedo estar más de acuerdo contigo! Pienso que es algo muy plenamente consciente y que una persona que lo hace una vez, lo puede volver a hacer mil veces (aunque no todos los casos sea así, las cosas como son).
    Pienso también que es una cuestión psicológica y de actitud, y por el fenómeno del "machismo" es porque los hombres son más propicios a ser infieles que las mujeres, y por eso, ahora que el feminismo va subiendo escalones poco a poco, cada vez son más las mujeres que se suben a ese carro.
    Un post de lo más interesante sin duda!
    Muchos besos guapa
    http://www.coco-smile.com/

    ResponderEliminar
  7. Coco, ¿no crees que el feminismo debería "subir" en otra dirección? Este sería otro tema pero a veces creo que las mujeres estamos vistiendo el traje del hombre, con los mismos defectos, y ese, el de la infidelidad, es uno. Otra cosa es la libertad sexual, ahí debemos seguir reivindicando (aunque yo por mi parte creo que está conquistada).
    Un besazo, guapa.

    ResponderEliminar
  8. Yo creo que hay tantas diferencias entre los dos sexos, que en cuestión de infidelidades no podemos establecer estadísticas, fundamentalmente porque nosotras engañamos mejor - somos más discretas-, y no jugamos al parchís, como ellos, que se comen una y cuentan veinte... A nosotras nos pillan pocas veces, y salvo excepciones, no lo vamos pregonando..
    Está bien empezar la semana leyéndote.

    Un besazo

    ResponderEliminar