lunes, 26 de mayo de 2014

Sexo idealizado


Le besaba en la nuca, rodeando su cuello, beso a beso, hasta llegar a su boca, para atraparla apasionadamente entre sus carnosos labios. Los dos, medio desnudos. Él con vaqueros desgastados, dejando sus espléndidas abdominales, listas para ser acariciadas. Ella con una simple déshabillé negro de encaje y raso que pedía a gritos ser despojado de su tersa y suave piel.

Casi en un suspiro, sus cuerpos entrelazados, sin un trocito de tela que les separase. Ella, con un movimiento experto, encajo su pelvis con la de su amante, mostrándole, en la posición dominante del que quiere llevar la batuta de la pasión, sus pechos turgentes. En un segundo fueron cubiertos por una húmeda lengua que dibujaba con maestría cada pezón. 

El ritmo pausado de los prolegómenos dio paso a la intensidad de las embestidas propias y previas al éxtasis final. Subió la potencia de los gemidos, la profundidad de los jadeos hasta que, al unísono, cayeron exhaustos al alcanzar juntos el orgasmo. 

No es un capítulo de mi vida, ni es una historia que me hayan contado. No es realidad, sino ficción.
Eso sí, ficción propia que no ha sido copiada de ningún libro de la editorial "la sonrisa vertical". Inspirándome en lo que recuerdo de tantas y tantas escenas de sexo retratadas en el cine, he querido comenzar así mi post de esta semana para tratar un tema, la idealización del sexo y sus consecuencias negativas. 


La semana pasada leí en la revista El País Semanal, un artículo muy bueno en el que se quería desmitificar muchas situaciones sexuales que por más que son repetidas en la ficción no son habituales en la realidad. 

¿Cuantas veces habéis alcanzado el orgasmo al mismo tiempo que vuestra pareja?. Me refiero a un orgasmo real y no fingido. Yo, sinceramente, nunca. Uno después del otro, sí. Unas veces yo primero, otras veces después (las menos), con más o menos distancia temporal el uno del otro, pero lo que se dice, al mismo tiempo, nunca ni cuando me he visto en la tesitura de querer finalizar una escena de sexo a sabiendas de que el ansiado orgasmo no iba a ser alcanzado por más que mi pareja no cejara en el intento. 

En ese artículo, precisamente, se explicaba eso, de cómo puede llegar a ser sobrevalorado el orgasmo, cénit de la relación sexual. Estoy de acuerdo en eso. Yo he tenido sesiones de sexo fabulosas que no han acabado en ese éxtasis final pero que han resultado de lo más gratificantes. Está claro que el orgasmo es la cima de toda cumbre sexual pero el recorrido, se llegue o no a coronar la cima, también es muy placentero y no por el hecho de no llegar, deja de serlo. 


La verdad es que recuerdo con precisión tanto la primera vez que tuve un orgasmo como la primera vez que mi cuerpo, o casi mejor expresado mi mente, se negó a tenerlo. Recuerdo como me temblaba todo mi cuerpo y como enseguida lo identifiqué, "así que esto es un orgasmo. JODER... Que pasada", en contra de cómo me contrarié cuando por más que lo intentábamos, no había forma? Estaba disfrutando, estaba excitada pero no acababa de terminar la faena. No es que hayan sido muchas las veces decepcionantes pero sí que es cierto que la experiencia es un grado y ya he aprendido a disfrutar del camino, de la intimidad con mi amante, de las caricias, del previo, del post….  sin que el orgasmo centre mi mente.  

Aquel artículo me ha hecho reflexionar, sobre todo por como una imagen irreal del sexo puede perjudicar sobremanera a los que se inician en las lides del amor. Aunque cada vez más jóvenes e inmaduros, la ficción les puede llevar a tener una imagen muy distorsionada, imagen que hemos tenido todos en un principio y que a fuerza de tener nuestras propias experiencias hemos ido modificando. 

Tal vez esa idealización del sexo sí que pueda ser un problema en las nuevas generaciones, que se tienen que enfrentar, a edades cada vez más tempranas, a una "sobrestimación" sexual, a través de la ficción, los reality shows o la redes sociales, que muestran modelos de comportamiento ajenos a esa realidad cotidiana que les rodea.

Cerrando este post he recordado una película fantástica, Juno, dirigida por Jason Reitman e interpretada por Ellen Page, como adolescente embarazada y Jennifer Garner y Jason Bateman, como padres treinteañeros que se van a hacer cargo del bebe. 


Chic@s os recuerdo que mi email, offtherecord.hermanas@gmail.com, está abierto por si algun@ se decide a contarnos su historia o me quiere plantear algún tema a tratar... Ya he recibido un par de sugerencias, y he tomado nota para que, inspirada, afrontarlos. Creedme sí os digo que son un poco hard…. 

Os espero la semana que viene con nuevas cuestiones, aquí en Cosasdhermanas.

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by Off the record

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7 comentarios:

  1. A mi tampoco me ha pasado nunca y no creo que nadie lo haga...

    me-andmybag

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    1. Yudani, por lo visto existe pero en muy raras ocasiones….
      Un abrazo

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  2. Ay... El orgasmo simultáneo... ¡Qué esquivo! Tuve un novio con el que me pasaba siempre. Pero con todos los demás, rara vez. En fin, me contento con tener de los normales, aunque sí que es verdad que cuanto más le exiges al orgasmo que llegue, más lo alejas. Sin embargo, si te concentras en el placer de cada instante, por arte de magia se va haciendo un caminito que casi siempre te conduce a él. Un abrazo, mi querida amiga.

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    1. En serio???? Será cuestión ahora de buscar a esa persona con la que llegar simultáneamente… si ya es difícil lo de la media naranja, ahora con plus…
      Es bueno saber que sí, que puede suceder… aunque no tiene porque obsesionarnos, vamos mejor a alejarnos de obsesiones absurdas y como muy bien dices, concentrarnos en el placer…
      Cuanto bien viene tanta sabiduría….
      Un besazo

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  3. Siempre he pensado que lo mejor es disfrutar en el camino, y si llegas al final del trayecto, mejor que mejor! Un beso.

    http://mumandme-trapitos.blogspot.com.es/

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    1. Tú eres de las mías, de las que prefiere barco a vela que a motor porque no nos importa llegar a puerto, sino disfrutar de la navegación.
      Gracias por participar. Besos

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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