En los tiempos actuales las infidelidades están a la orden
del día. Quién más y quién menos, está conectado a una persona infiel (un
amigo, un amante, un familiar, él mismo), y si estáis entiendo un tono peyorativo,
desterrarlo, porque voy a intentar afrontar este tema con la máxima
objetividad, sobre todo porque a mi la infidelidad no me ha afectado, ni he sido infiel y que sepa, no lo han sido
conmigo.
Anoche mismo hubo una amena conversación en torno a este
tema. Cuatro mujeres y cada una con un pensamiento diferente. Una felizmente
casada desde hace 30 años, que no se pronunció en exceso, ni defendiendo ni
atacando la infidelidad; otra soltera, que no solterona, que mostraba una clara
animadversión hacia la típica figura del hombre casado que es reiteradamente
infiel y pone excusas del estilo “Si a ella no le importa” “Si la quiero igual
o más”. Como dice mi amiga, “Sí, sí, pero se lo has contado? O ella sabe que
cuando sales con tus amigos vas a buscar “cacho” y habitualmente le pones los cuernos?”.
En esta polémica aterrizó Nora para ilustrarnos con sus
vivencias. Nora es una mujer madura con mucha experiencia y sabiduría, y no lo
digo por decir, sino que en estos casi 10 años de conocerla me lo ha demostrado
en diferentes ocasiones.
Se casó muy joven, apenas había cumplido 20 años y ya
tenía en su haber 13 relaciones íntimas o sexuales con otros tantos hombres.
Siendo la época que era, recién estrenada la democracia en nuestro país, es
digno, por lo menos, de mención y también de admiración, que una mujer joven
pudiera actuar con tan amplia libertad. Estuvo once años casada, tuvo un hijo y
un matrimonio, algo peculiar. En principio eran una joven pareja de enamorados
pero tal y como Nora recuerda sólo les unía el sexo. “Era muy joven y apenas tenia
experiencia en eso del amor”.
Tras cuatro años de ser un matrimonio modélico,
por lo menos por su parte, se produjo el quiebre de su relación que permitió
que evolucionara hasta convertirse en un matrimonio totalmente abierto. El
marido de Nora se dedicaba al mundo del espectáculo (teatro, cine, música) en Madrid
y en plena época del destape español, finales de los setenta. Nora siempre supo
que su marido miraba pecaminosamente a una de las actrices fetiches de la época
pero hasta que una amiga no se lo aseguró, nunca tuvo la certeza de su
infidelidad. Y para constatarlo, urdió una estratagema logrando que una amiga
con facilidad para imitar voces, llamara a su marido fingiendo que era
supuestamente la amante. El palomo cayó como un pichón y esa conversación fue
más que suficiente para que Nora tuviera conciencia de la infidelidad de su
marido. Esa misma noche, tomo una decisión y a los pocos días, sumándose a las
prácticas de su esposo, le fue infiel.
En su pensamiento no estaba la
venganza, sino que más bien, en la cabeza le rondaba que si él había modificado
unilateralmente el status quo de su relación, ella debía aprovechar y disfrutar
de igual manera. Al principio, él se lo tomo muy pero que muy mal. Negó su
infidelidad, lloró, pataleo por el comportamiento de su “amantísima” esposa.
Viendo la impasibilidad y la seguridad de Nora optó por aceptar la nueva
situación y hasta le propuso el intercambio de amantes, iniciándose ambos en
una nueva y abierta relación.
En total, esposados estuvieron 11 años, aunque más de la mitad del tiempo no fueron un matrimonio al uso y ese sexo que antaño les unía no fue suficiente para continuar casados.
En total, esposados estuvieron 11 años, aunque más de la mitad del tiempo no fueron un matrimonio al uso y ese sexo que antaño les unía no fue suficiente para continuar casados.
“Pero, Nora, ¿te consideras una mujer infiel?”, ante esa
pregunta su respuesta me dio que pensar puesto que para Nora la importancia de
la relación recaía en el acuerdo, tácito o expreso, alcanzado por las partes
integrantes de la pareja.
Ciertamente, es fácil juzgar, y sentenciar, las
infidelidades y las tradiciones pero en las parejas parece que tiene mucho más
peso una infidelidad sexual, que otras deslealtades, para mí mucho más graves
que echar un polvo fuera del matrimonio.
No banalizo en absoluto el adulterio. No concibo tener
pareja y libertad para que él o yo estemos acostándonos reiteradamente con más
gente. Ahora bien, me parece de lo más respetable que entre dos se haya
establecido comportamientos poco aceptado abiertamente por la sociedad, siempre y
cuando, los dos estén jugando a ese mismo juego… con el peligro que ello
conlleva.
Lo que sí que no comparto es culpabilizar a la tercera
persona, eximiendo de responsabilidades a quién realmente tiene el compromiso.
¿Y vosotros? ¿Habéis sido infieles?¿Mantenéis una relación
abierta? Es más que probable que en vuestra vida, en este caso sentimental,
hayáis pasado por este tipo de situaciones, de infidelidades, y hayáis tenido
que tomar una decisión: perdonar (porque lo de olvidar resulta muy difícil),
romper o, como hizo Nora, adaptarse a la nueva situación
Me viene a la memoria la película del año 2002 Infiel con Richard
Gere, Diane Lane y el impresionante Olivier Martínez. También de Adrian Lyne (él mismo de Atracción Fatal, casualidad, también dirigió, Una proposición indecente) explora las consecuencias que para una mujer
felizmente casada tiene la infidelidad. No sé si la habéis visto, no es que la considere una gran película
pero viene a colación de lo que he estado hablando y, sobre todo, ver a Olivier
Martínez con tan poquita ropa, …. no tiene precio.
He seleccionado un video que he encontrado que sin ser el trailer de la película muestra escenas bastante descriptivas, aunque sólo de la parte romántica de la historia y no de las consecuencias...
¿Abrimos debate?¿O preferís contarme vuestra historia en offtherecord.hermanas@gmail.com?
Hasta la semana que viene….
By Off the record
Intereasante post!!besos
ResponderEliminardezazu.blogspot.com.es
Dezazu, me alegra saber que te ha parecido interesante. Si hay algún tema que consideres digno de tratar... encantada de abrir debate...
EliminarMagnifica exposición de la infidelidad. Yo es que soy bastante antigua, aunque he decir que a estas alturas de partido podia haber sido algo, aunque fuera un poquito infiel (que dicen que eso fortalece la relación, jajajja). No se si dan premios por la fidelidad yo no me he llevado ninguno y he sido y soy fiel. (igual es que no he tenido oportunidad).
ResponderEliminarEn muchos casos la oportunidad se busca y seguramente no te ha surgido porque no te ha interesado. Seguro que si rebuscas en tu memoria, encuentras posibilidades de haberle puesto los cuernos a tu pareja, otra cosa es que no hayas querido. Ahh, no se cuanto tiempo llevas en pareja pero vamos a suponer que mucho tiempo y espero que felizmente... ¿te parece poco premio ese que vivir el amor, correspondida y sin grandes tentaciones?. Enhorabuena por esa medalla de oro...
EliminarGracias, es ciertoi es un premio llegar a consolidar un relacion despues de mucho tiermpo. Realmente es mi premio a la fidelidad.
EliminarGracias, es ciertoi es un premio llegar a consolidar un relacion despues de mucho tiermpo. Realmente es mi premio a la fidelidad.
EliminarBUAAA ESTO ES UN TEMAZO!!!
ResponderEliminarVEAMOS, ME FASTIDIA ENORMEMENTE QUE PONGAN CINGANDO A LA AMANTE CUANDO EL QUE TIENE LA RESPONSABILIDAD ES EL QUE ESTA CASADO. ESTO POR UN LADO, POR OTRO ENTIENDO QUE CADA PAREJA PUEDE TENER LA RELACION QUE LE DE LA GANA, SIEMPRE Y CUANDO ESTE PACTADO ENTRE DOS Y NO MIENTAN TAMPOCO A LAS TERCERAS PERSONAS QUE VAYAN ENTRANDO EN SUS VIDAS.
YO SI REALMENTE QUIERO A LA PERSONA CON LA QUE ESTOY, ME ES IMPOSIBLE, UFFF ME VOLVERIA LOCA!!!!
Esa es la cuestión, el tipo de relación que se mantenga. Pero no nos equivoquemos, la relación habitual, y más si no hay un pacto expreso que indique lo contrario, es mantener una relación fiel. Habitual no significa ni mejor, ni normal, ni preferible... si no la que más veces tiene lugar... no lo olvidemos
EliminarMuy interesante el post!
ResponderEliminarUn beso!
http://byanaleon.blogspot.com.es
Ana, lo mismo te digo, muchas gracias y si tienes alguna propuesta, bienvenida sea
EliminarAñadiría algún matiz a la excelente exposición que haces, para establecer -según mi criterio-, la diferencia entre Infidelidad y deslealtad, con un ejemplo: Pacto con tu pareja: La infidelidad no será motivo de ruptura, puesto que (ambos con divorcios varios a sus espaldas), no creen en ella... Eso sí, sé discreto/a, que no trascienda, y que no me entere...Y va EL y se lía con una amiga de ella, perteneciente al grupo de amigos con el que se relacionaban....y además, trasciende. Ella rompe la relación porque considera que ha sido una DESLEALTAD, y además es un imbécil, porque ha jodido el grupo...
ResponderEliminarEn ese caso concreto además de la infidelidad y de la deslealtad de él, hay que tener en cuenta la de ella puesto que es amiga de la persona... Indudablemente existen fronteras, ahora bien, ¿quién las marca?. No olvidemos además, que una acción tiene sus consecuencias y ante que publica y notoriamente todo el mundo sepa de una infidelidad... puede ser "mortal" para la pareja.
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