lunes, 14 de octubre de 2013

Infidelidades, traiciones y otras deslealtades


En los tiempos actuales las infidelidades están a la orden del día. Quién más y quién menos, está conectado a una persona infiel (un amigo, un amante, un familiar, él mismo), y si estáis entiendo un tono peyorativo, desterrarlo, porque voy a intentar afrontar este tema con la máxima objetividad, sobre todo porque a mi la infidelidad no me ha afectado, ni he sido infiel y que sepa, no lo han sido conmigo.


Anoche mismo hubo una amena conversación en torno a este tema. Cuatro mujeres y cada una con un pensamiento diferente. Una felizmente casada desde hace 30 años, que no se pronunció en exceso, ni defendiendo ni atacando la infidelidad; otra soltera, que no solterona, que mostraba una clara animadversión hacia la típica figura del hombre casado que es reiteradamente infiel y pone excusas del estilo “Si a ella no le importa” “Si la quiero igual o más”. Como dice mi amiga, “Sí, sí, pero se lo has contado? O ella sabe que cuando sales con tus amigos vas a buscar “cacho” y habitualmente le pones los cuernos?”.

En esta polémica aterrizó Nora para ilustrarnos con sus vivencias. Nora es una mujer madura con mucha experiencia y sabiduría, y no lo digo por decir, sino que en estos casi 10 años de conocerla me lo ha demostrado en diferentes ocasiones. 
Se casó muy joven, apenas había cumplido 20 años y ya tenía en su haber 13 relaciones íntimas o sexuales con otros tantos hombres. Siendo la época que era, recién estrenada la democracia en nuestro país, es digno, por lo menos, de mención y también de admiración, que una mujer joven pudiera actuar con tan amplia libertad. Estuvo once años casada, tuvo un hijo y un matrimonio, algo peculiar. En principio eran una joven pareja de enamorados pero tal y como Nora recuerda sólo les unía el sexo. “Era muy joven y apenas tenia experiencia en eso del amor”. 

Tras cuatro años de ser un matrimonio modélico, por lo menos por su parte, se produjo el quiebre de su relación que permitió que evolucionara hasta convertirse en un matrimonio totalmente abierto. El marido de Nora se dedicaba al mundo del espectáculo (teatro, cine, música) en Madrid y en plena época del destape español, finales de los setenta. Nora siempre supo que su marido miraba pecaminosamente a una de las actrices fetiches de la época pero hasta que una amiga no se lo aseguró, nunca tuvo la certeza de su infidelidad. Y para constatarlo, urdió una estratagema logrando que una amiga con facilidad para imitar voces, llamara a su marido fingiendo que era supuestamente la amante. El palomo cayó como un pichón y esa conversación fue más que suficiente para que Nora tuviera conciencia de la infidelidad de su marido. Esa misma noche, tomo una decisión y a los pocos días, sumándose a las prácticas de su esposo, le fue infiel. 


En su pensamiento no estaba la venganza, sino que más bien, en la cabeza le rondaba que si él había modificado unilateralmente el status quo de su relación, ella debía aprovechar y disfrutar de igual manera. Al principio, él se lo tomo muy pero que muy mal. Negó su infidelidad, lloró, pataleo por el comportamiento de su “amantísima” esposa. Viendo la impasibilidad y la seguridad de Nora optó por aceptar la nueva situación y hasta le propuso el intercambio de amantes, iniciándose ambos en una nueva y abierta relación. 
En total, esposados estuvieron 11 años, aunque más de la mitad del tiempo no fueron un matrimonio al uso y ese sexo que antaño les unía no fue suficiente para continuar casados.

“Pero, Nora, ¿te consideras una mujer infiel?”, ante esa pregunta su respuesta me dio que pensar puesto que para Nora la importancia de la relación recaía en el acuerdo, tácito o expreso, alcanzado por las partes integrantes de la pareja.

Ciertamente, es fácil juzgar, y sentenciar, las infidelidades y las tradiciones pero en las parejas parece que tiene mucho más peso una infidelidad sexual, que otras deslealtades, para mí mucho más graves que echar un polvo fuera del matrimonio.

No banalizo en absoluto el adulterio. No concibo tener pareja y libertad para que él o yo estemos acostándonos reiteradamente con más gente. Ahora bien, me parece de lo más respetable que entre dos se haya establecido comportamientos poco aceptado abiertamente por la sociedad, siempre y cuando, los dos estén jugando a ese mismo juego… con el peligro que ello conlleva.
Lo que sí que no comparto es culpabilizar a la tercera persona, eximiendo de responsabilidades a quién realmente tiene el compromiso.


¿Y vosotros? ¿Habéis sido infieles?¿Mantenéis una relación abierta? Es más que probable que en vuestra vida, en este caso sentimental, hayáis pasado por este tipo de situaciones, de infidelidades, y hayáis tenido que tomar una decisión: perdonar (porque lo de olvidar resulta muy difícil), romper o, como hizo Nora, adaptarse a la nueva situación

Me viene a la memoria la película del año 2002 Infiel con Richard Gere, Diane Lane y el impresionante Olivier Martínez. También de Adrian Lyne (él mismo de Atracción Fatal, casualidad, también dirigió, Una proposición indecente) explora las consecuencias que para una mujer felizmente casada tiene la infidelidad. No sé  si la habéis visto, no es que la considere una gran película pero viene a colación de lo que he estado hablando y, sobre todo, ver a Olivier Martínez con tan poquita ropa, …. no tiene precio
He seleccionado un video que he encontrado que sin ser el trailer de la película muestra escenas bastante descriptivas, aunque sólo de la parte romántica de la historia y no de las consecuencias...



¿Abrimos debate?¿O preferís contarme vuestra historia en offtherecord.hermanas@gmail.com

Hasta la semana que viene….
By Off the record

12 comentarios:

  1. Intereasante post!!besos
    dezazu.blogspot.com.es

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    1. Dezazu, me alegra saber que te ha parecido interesante. Si hay algún tema que consideres digno de tratar... encantada de abrir debate...

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  2. Magnifica exposición de la infidelidad. Yo es que soy bastante antigua, aunque he decir que a estas alturas de partido podia haber sido algo, aunque fuera un poquito infiel (que dicen que eso fortalece la relación, jajajja). No se si dan premios por la fidelidad yo no me he llevado ninguno y he sido y soy fiel. (igual es que no he tenido oportunidad).

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    1. En muchos casos la oportunidad se busca y seguramente no te ha surgido porque no te ha interesado. Seguro que si rebuscas en tu memoria, encuentras posibilidades de haberle puesto los cuernos a tu pareja, otra cosa es que no hayas querido. Ahh, no se cuanto tiempo llevas en pareja pero vamos a suponer que mucho tiempo y espero que felizmente... ¿te parece poco premio ese que vivir el amor, correspondida y sin grandes tentaciones?. Enhorabuena por esa medalla de oro...

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    2. Gracias, es ciertoi es un premio llegar a consolidar un relacion despues de mucho tiermpo. Realmente es mi premio a la fidelidad.

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    3. Gracias, es ciertoi es un premio llegar a consolidar un relacion despues de mucho tiermpo. Realmente es mi premio a la fidelidad.

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  3. BUAAA ESTO ES UN TEMAZO!!!
    VEAMOS, ME FASTIDIA ENORMEMENTE QUE PONGAN CINGANDO A LA AMANTE CUANDO EL QUE TIENE LA RESPONSABILIDAD ES EL QUE ESTA CASADO. ESTO POR UN LADO, POR OTRO ENTIENDO QUE CADA PAREJA PUEDE TENER LA RELACION QUE LE DE LA GANA, SIEMPRE Y CUANDO ESTE PACTADO ENTRE DOS Y NO MIENTAN TAMPOCO A LAS TERCERAS PERSONAS QUE VAYAN ENTRANDO EN SUS VIDAS.
    YO SI REALMENTE QUIERO A LA PERSONA CON LA QUE ESTOY, ME ES IMPOSIBLE, UFFF ME VOLVERIA LOCA!!!!

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    1. Esa es la cuestión, el tipo de relación que se mantenga. Pero no nos equivoquemos, la relación habitual, y más si no hay un pacto expreso que indique lo contrario, es mantener una relación fiel. Habitual no significa ni mejor, ni normal, ni preferible... si no la que más veces tiene lugar... no lo olvidemos

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  4. Muy interesante el post!
    Un beso!

    http://byanaleon.blogspot.com.es

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    1. Ana, lo mismo te digo, muchas gracias y si tienes alguna propuesta, bienvenida sea

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  5. Añadiría algún matiz a la excelente exposición que haces, para establecer -según mi criterio-, la diferencia entre Infidelidad y deslealtad, con un ejemplo: Pacto con tu pareja: La infidelidad no será motivo de ruptura, puesto que (ambos con divorcios varios a sus espaldas), no creen en ella... Eso sí, sé discreto/a, que no trascienda, y que no me entere...Y va EL y se lía con una amiga de ella, perteneciente al grupo de amigos con el que se relacionaban....y además, trasciende. Ella rompe la relación porque considera que ha sido una DESLEALTAD, y además es un imbécil, porque ha jodido el grupo...

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  6. En ese caso concreto además de la infidelidad y de la deslealtad de él, hay que tener en cuenta la de ella puesto que es amiga de la persona... Indudablemente existen fronteras, ahora bien, ¿quién las marca?. No olvidemos además, que una acción tiene sus consecuencias y ante que publica y notoriamente todo el mundo sepa de una infidelidad... puede ser "mortal" para la pareja.

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