jueves, 25 de septiembre de 2014

Un sueño erótico

Anoche tuve un sueño erótico muy real, sentía en mi piel la excitación del momento y me atrevo hasta afirmar que he jadeado dormida pero no hay testigos que confirmen esta apreciación.

Lo mas curioso es que ese sueño, en cierta manera, está basado en un capitulo  reciente de mi ajetreada vida social y en ningún caso responde a una fantasía sexual, por lo menos consciente, tal vez sí de mi subconsciente.



En una gélida noche de finales de diciembre el sonido del whastapp me despertó. No podía ser, de nuevo entraba en acción un antiguo amante con el que había tenido un affaire no del todo exitoso. Pese a que sexualmente no llegaba a cumplir mis expectativas, había algo en él que tocaba los resortes de mi química interior hasta tal punto que salté de la cama, me vestí y salí a su encuentro, sin saber a ciencia cierta que iba a valer la pena abandonar mi cálida cama.

Hasta aquí, la realidad. Nos metemos de lleno en la parte onírica de la historia, mucho más interesante que lo que realmente sucedió esa noche, una nueva decepción sexual.

Me cité con él muy cerquita de mi casa, apenas unas manzanas. Me estaba esperando en la puerta y nada mas cruzar el umbral me rodeo con sus brazos y me atrajo hacia él apretándome contra su cuerpo y mostrándome a las claras las ganas que tenia de verme, de tocarme, de fo.


Ni una palabra cruzamos. Raudamente comenzó a besarme, a quitarme la ropa y acariciarme posesivamente todo el cuerpo, atrayéndome hacia el interior de aquella casa, extraña para mí, extraña para él.


Se entraba por el salón, un salón impersonal, típico de una vivienda recientemente habitada. Una televisión de grandes dimensiones coprotagonizaba la estancia con un sofá de cuero sobre él que pensé que en principio íbamos a retozar.


Más al contrario me arrastró por el salón, traspasamos el largo pasillo hasta llegar a una habitación, supuse que la principal de la casa.

Allí, sobre esa cama inmensa, se aceleró más si cabe la acción hasta que escuche la respiración de una tercera persona. Paré en seco. Me incorporé y en la esquina de la habitación se encontraba un chico, mirándonos, intensamente. 

“No pares”. Me dijo.
“Cómo que no pare? Quién eres?”.  Balbuceé sorprendida.
“Bienvenida a mi casa”, me soltó.

No daba crédito. Estaba claro que no podía, no quería continuar con ese testigo del que ni tan siquiera conocía su nombre. Era su casa, ¿eso significaba que tenía “derecho de pernada”?. La verdad es que bien mirado el chico tenía algo, un sex-appeal atrayente, cercano que, pese a ser un total desconocido para mi y yo estar medio desnuda junto a otro hombre, no me hacia sentir del todo incómoda. Era cómo si la razón rechazara esa situación pero el resto de mi cuerpo y de mi pensamiento quisiera avanzar a ver que sucedía.

Sabéis que en los sueños las secuencias de las acciones no son del todo lógicas, tal vez porque no recordamos las transiciones, o porque nuestra mente quiere resolver de manera rápida. La cuestión es que tras ese diálogo, lo siguiente que recuerdo es estar sentada, vestida, en el sofá de cuero juntó a mi amante y frente al desconocido, manteniendo una charla animada.

Cuando parecía todo controlado, mi amante introdujo su mano por mi escote y empezó a masajearme el pecho. Ni me inmuté y continué hablando amigablemente con nuestro anfitrión que excitado por lo que veía, se levantó, se acercó a mí y me besó apasionadamente. Y yo, como si fuera una situación con la que suelo lidiar habitualmente, me dejé llevar por el momento y me abandoné en sus brazos, en los cuatro, que me van rodeando, desnudando y acariciándome hasta llevarme al éxtasis.


Creo que es de los pocos sueños eróticos que recuerdo nítidamente.

Os espero la semana que viene

Un beso

Off the record

8 comentarios:

  1. Dios, parece un extracto de 50 sombras de Grey. Muy bueno se señor.

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    1. Muchas gracias, Mafalda.... podría haber sido más explicita pero... mejor así
      Un beso muy fuerte

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    1. YUdani, y no es mejor, experiencias de esas¡¡¡¡¡ Ya, si eres de las mias, hay cosas que mejor dejarlas en la imaginación. Un beso

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  3. No me extraña que lo recuerdes nítidamente amiga! Tu sí que sabes soñar!!! Un relato de matrícula de honor! Wooooooooooow!!! Queremos más de estos. Un besazo

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    1. Ya me gustaría daros más de esto pero no sabemos por donde nos va a ir la mente... aunque... y si lo pongo en práctica ;)...
      Besos

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  4. Y a mí que me da que no es del todo fantasía!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  5. Yo esta noche también he tenido un sueño húmedo... He soñado que me liaba con un primo mío que es gay pero que me gusta mucho, ha sido muy excitante! Los sueños eróticos son de las mejores cosas de este mundo, ¿no creeis? Un beso!

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