lunes, 3 de febrero de 2014

Mi Christian Grey particular

Muchas veces he pensado en cómo sería mi vida sino hubiera tenido la suerte de conocer a Christian Grey. Sí, es el protagonista de Cincuenta sombras de Grey y no, no me refiero al auténtico, sino que he rebautizado a una persona que indudablemente ha marcado mi manera de entender y de gozar el sexo.  Y de qué manera…. Me va a ser difícil resumir en este post todo lo que viví y disfruté con él,  y mucho más arduo va a ser la hazaña de transformar en palabras las sensaciones y enseñanzas que aprendí en temas de cama y de relaciones basadas en ella.


Con la distancia tendemos a idealizar las historias y a olvidar los malos momentos vividos en determinadas circunstancias pero con Grey desde que empezó hasta que se terminó no hubo ningún mal rollo, ninguna confusión de sentimientos. Fue una relación sexual, pura y dura, de las que recomiendo a toda mujer. Sin ataduras ni mentiras, con honestidad y con mucho respeto por ambas partes. Nunca me enamoré de él pero sí que lo aprecié (y le aprecio) sinceramente. Y sospecho que él a mí también, aunque haga más de año y medio que no sepamos el uno del otro.

Lo conocí por motivos de trabajo. Tenía que cerrar un contrato muy importante con mi empresa y cuando vino a mi oficina para iniciar las negociaciones, unas negociaciones que se alargaron durante meses, mi jefe me lo sentó en mi mesa y me pidió que lo entretuviera. No es que me excediera en mis funciones, lo nuestro surgió algún tiempo después, pero sí que es cierto que ese día y el hecho de tener que tratar conmigo durante alguna que otra hora hizo que Christian se fijara en mí. Por mi parte, si me hubieran dicho en ese momento lo que iba a suceder, hubiera puesto el grito en el cielo y lo hubiera negado tajantemente. Lo que son las cosas.  Me pareció un hombre agradable, de conversación amena y punto. Los 20 años de diferencia pesaban demasiado sobre un físico corriente y un verbo diligente.

Pasó algún tiempo hasta que fui consciente de que él se sentía atraído por mí. Por muy “avispaica” que dicen que soy, no percibí intención alguna en sus atenciones. Ni mucho menos. Tuvo él que lanzar la caña para que yo supiera de su “simpatía” hacia mí.

En un receso de una de esas largas sesiones de negociación, se acercó a mi mesa y me soltó “Me invitas a un café?. Tu jefe me ha puesto muy nervioso y necesito tranquilizarme”.  Yo que para algunas cosas he sido muy inocente pensé “a lo mejor saco algo de información para la empresa de ese café ” y, pidiendo primero permiso a mis superiores, me fui con él.

La verdad es que fue ingenioso hasta para decir que quería conocerme más profundamente. Estableció un simil entre el regateo que se produce en el Gran Bazar de Estambul y el juego de seducir a una mujer. Yo en principio no entedía porque me estaba diciendo esas cosas hasta que me soltó que queria que nos conocieramos más intimamente y que quedaramos fuera de la oficina. 

Me quedé estupefacta. Sin saber que decir. No queria quedar como una remilgada pero al mismo tiempo no me veia por ahí con él. No estaba interesada en su propuesta. Sin embargo, me halagó, me gustó saber que él se habia fijado en mí, y el bichito de la vanidad jugo su papel en esta historia.  

Diestro como era y sabiendo que no habia forma humana en ese momento de hacer que yo satisfaciera sus deseos, me dijo: “ya sabes que yo estoy interesado en conocerte. Sabes como conseguir mi teléfono y espero que me llames”.

Me provocó, la verdad, pero en ningún momento me plantee siquiera hacerme con su telefóno. En aquella época estaba loquita por un amigo mio, también 17 años mayor que yo, y no tenía ojos para nadie.  Como evoluciona la mentalidad de las personas. Es importante ser capaz de saber entrenerse con los hombres mientras el amor llega.

Pasaron los meses y Grey seguía yendo por mi oficina, sentándose en mi mesa, charlando conmigo e insinuándose. Se habia convertido ya en una costumbre en un juego muy placentero ya que siempre supo hacerlo con estilo, con gracia. Nunca me sentí incómoda, siempre halagada, aunque no interesada hasta que tuve mi primer quiebre con ese amigo,  el pequeño ruiseñor, que tiempo después me rompió el corazón.


Volvía de pasar un domingo con él (tal vez algún día os cuente esta historia, pero no es divertida sino desoladora y cruel) y estaba tan frustrada que llamé a Grey. Él se sorprendió de mi llamada pero lejos de sentirse satisfecho porque hubiera dado ya el paso, me lo puso difícil y esperó a que yo le invitara a salir. En ese momento necesitaba romper mi pensamiento, conocer a alguien que me aportara sentimientos positivos y no de fracaso, y me lancé sin tener muy claro lo que pretendía.

Finalmente quedamos y de una cervecita a las 8 de la tarde, pasamos a cenar juntos y a tomar una copa. Un tío inteligente, con las ideas claras y la experiencia que suele dar la vida, sabe como entretener a una mujer, y conoce cuando una retirada a tiempo puede ser, posteriormente, una victoria. Esa noche supo hacerlo y esperar a que la semilla plantada, germinara.

No tardé mucho en picar el anzuelo. Y sí, fui yo la que dí el paso y le mandé un sms llamando su atención. Tras el intercambió de mensajes, cada vez más subidos de tono, me invitó a que nos encontraramos y resuelta como estaba a ver si podía o no ser tan interesante como hasta la fecha lo habia sido, acudí a su encuentro.

En su afán y su destreza en el campo de la seducción, habia encontrado un filón. La salsa, un hobbie muy extendido en los últimos años y donde acuden muchas mujeres de mediana edad y pocos hombres. Era el rey como pude ver en los excasos 5 minutos que aguantamos en el local en el que me citó.  Y sí, volví a ser yo, la que le besó. Así, sin paños calientes. No lo pensé. Podría culpar al exceso de cervezas, pero no es necesario porque no me arrepiento en absoluto de lo que despues pasó, 7 horas intensas de un sexo formidable.

Tras besarle, me llevó a su casa y lo que vivi aquella noche fue el preludio de más de 9 meses de relación marcada por los encuentros furtivos a horas intempestivas, por nuevas experiencias sexuales, nuevas prácticas siempre adornadas de creatividad, pasión y diversión y, en ningún momento, de desazón o tristeza.

Aún me estremezco cuando rememoro alguno de nuestros episodios en el baño de su casa, en el suelo de su habitación, su maletín de juegos, su pared, sus cojines, su ascensor, su armario.


Aún me sonrio cuando recuerdo cómo, despues de haber pasado una noche memorable, disimulabamos cuando nos encontrabamos en nuestro entorno profesional como si apenas nos conocieramos.

Precisamente, por esta experiencia que viví, por todas las sensaciones que recorrieron mi cuerpo y por cómo sentí en mis carnes el aguijón del sexo desenfrenado, Cincuenta sombras de Grey, no me convence. Desde mi humilde opinión no es capaz de transmitir la excitación ni el orgasmo de una mujer. Ya os digo, desde mi humilde opinión. Y es que es muy, pero que muy complicado, tal y como he comentado al principio, traducir en palabras esos momentos de extasis extremo. Yo, no soy capaz.

Si quereis conocer el desenlace de mi historia con Grey, os espero la semana que viene, aquí en Cosasdhermanas.

Besos
by Off the record

Fotos de Pinterest


17 comentarios:

  1. He esperado con una paciencia impropia de mi para poder leer tu historia de hoy nada más publicarla. Impresionante!!! Ahora a esperar impaciente, esto es más normal en mi, a que llegue la segunda parte. Flipo con tus historias!!! Mil gracias! Me voy a dormir a ver con que sueño!!! Jijij un besazo

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    1. Eso es ser fan y lo demás son tonterías... Muchas gracias, no te puedes imaginar la ilusión que me da cada vez que alguno de vosotr@s me decís que os gustan mis historias. A mi vivirlas, contarlas y que os gustan, también. ;-)
      Preparando ya con mucho cariño esa segunda parte siempre y cuando no me pase nada raro en los próximos 7 días.
      Un abrazo muy fuerte, amiga anónima

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  2. jajaja la semana qué viene vuelvo a ver... ;)

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    1. Solo te adelantaré que la segunda parte es más corta pero más intensa... te espero MibolsodelSur

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  3. Impaciente por leer el desenlace. Me lo paso genial con tus historias.

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    1. Ayyy, el desenlace, muy bien dicho, y no el final porque nunca se sabe que puede pasar con las vueltas que da la vida... A seguir divirtiéndote.... un abrazo, Mafalda

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  4. Emmmm.... que me engancho a estas lecturas eee... Jo que experiencia.
    Yo no me puedo quejar, la verdad es que mi pareja actual ha hecho las veces de, no voy a decir grey (no me lo he leido aun por estudiar) pero si Gideon Cross (saga crossfire, que si no te has leido, te recomiendo); dandole a cada día su pequeño toque de salsa y pasion... aissss
    Sigue así!!

    speak4chic.blogspot.com.es

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    1. Fíjate que lo de Gideon Cross me suena mucho pero no he leido esa saga. Tendré que animarme con lo que me cuentas. Entre tú y yo (y ahora que no nos lee nadie), si no tienes absolutamente nada mejor que hacer, lánzate a la lectura de Cincuentas sombras de Grey, para que no te lo cuenten y saques tú tus propias conclusiones. Pero sinceramente teniendo esa vida llena de salsa y pasión, ve a por lecturas mucho más reconfortantes...
      Hasta la semana que viene Speak4chic

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  5. Como siempre..... Muy interesante la historia!! Nos dejas espectantes!!
    Dekuero Creaciones

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    1. Dekuero, sé que eres una de mis lectoras más fieles crees que puedo subir un poco, sin pasarme, el "tono" de mis relatos?... no sé que hacer... quiero resultar elegante pero o caer en el aburrimiento...
      Esta pregunta va también para todas las demás... que pensáis???
      Gracias

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  6. la verdad es que me da cierta envidia... a mi no se me ha cruzado un Grey...

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    1. Cuando miro atrás, ahora, desde el sosiego, pienso en que fue un momento muy divertido pero en su día casi ni me dio tiempo a saborearlo de lo trepidante que fue

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  7. Me ha encantado el relato y el tema me encanta, estoy completamente a favor de las relaciones puramente sexuales... Sobre todo cuando son tan satisfactorias... Y, ya que lo mencionas, sí que pienso que no estaría mal que dieras algún detalle más... ¡Tú nunca podrías caer en la ordinariez, estás a años luz de eso!

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    1. Intentaremos ser más detallistas sin caer en la ordinariez. Gracias por tu apoyo. Un beso

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  8. Desde que leí ayer tu relato estoy buscando en mi memoria y yo también tuve a mi Grey particular ... lo malo fue que por circunstancias adversas ambos no pudimos saborear al máximo nuestro deseo. Enhorabuena por tu grata experiencia y gracias por compartir tus experiencias, opino que toda mujer debe conocer a un Grey en su vida, el lunes nos vemos. Bsos

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